La historia de Bernardo Ruiz, el ‘Pipa’ de Orihuela
Con casi cien años a sus espaldas, Bernardo Ruiz, alias ‘El Pipa’ y natural de Orihuela (Alicante), fue uno de los pioneros del ciclismo español. No en ejercer la profesión, que ni mucho menos fue el primer ciclista célebre de España, sino que fue el primero en lograr ciertos éxitos en carreras que hasta ese momento eran esquivas a los ciclistas españoles. Berrendero ya había ganado la Vuelta a España en sus primeras ediciones de vida, pero la carrera no era aún considerada una grande como tal, por lo que en Giro y Tour, donde se daban cita los mejores ciclistas europeos, aún quedaba mucho por conseguir.
Bernardo logró ser podio del Tour de Francia, el primer ciclista de su país en lograrlo. Lo hizo en 1952, un año en el que Fausto Coppi se alzó con el maillot amarillo definitivo y estrenó los finales en alto con Sestrieres y Alpe d’Huez, esa mítica cima que llevaba la firma de ‘il campeonissimo’ en su primera ascensión. Ese mismo mes de julio a París llegó en tercera posición y muy alejado de la lucha por el primer puesto el alicantino, que pasó a la historia del ciclismo y del propio Tour.
Tres años más tarde conseguiría otro hito, que fue alzarse con una victoria de etapa en el Giro de Italia. En la corsa rosa logró ser el primer español en lograrlo, por lo que de nuevo un honor que sumar a su palmarés. Historial que ya incluía una Vuelta a España, la de 1948. Era únicamente la octava edición, pero ya contaba con una participación muy interesante, como el mítico Julián Berrendero o Dalmacio Langarica. Este último sería el gran rival de Ruiz, aunque la desgracia se impondría al vasco, que finalmente acabó incluso fuera del podio. El alicantino tuvo fortuna debido a la desgracia del otro gran favorito, que tuvo que abandonar debido al fallecimiento de su padre mediada la carrera. Sería el principio del fin para el ciclista madrileño.
Las etapas del norte fueron decisivas y pese a los ataques de Langarica, quien prometió no rendirse hasta que acabase la Vuelta, Bernardo Ruiz se llevó la general. La etapa que llevó al pelotón a Ourense fue decisiva porque vio al aspirante sufrir una aparatosa caída que le haría perder puestos en la general. Sus múltiples ataques habían quedado para la galería y ni siquiera pudo hacerse con la montaña, que también recayó en el zurrón del campeón de aquella Vuelta.
Fue una lástima que la carrera no gozara de continuidad, ya que la edición de 1949 no se disputó y en 1950 Bernardo Ruiz únicamente pudo ser cuarto. Después la historia de la Vuelta da un salto hasta 1955, en la que no es capaz de finalizar entre los diez primeros. Regresaría en 1957 al podio junto a Jesús Loroño y Federico Martín Bahamontes, uno de los duelos de leyenda de la historia del ciclismo español. Un podio para enmarcar y que tendría mucha leyenda por aunar a tres ciclistas ricos precisamente en relevancia histórica.
Además de las gestas mencionadas, el alicantino fue capaz de imponerse en varias pruebas de una semana de gran prestigio como la Volta a Catalunya, la Vuelta a Burgos, la Vuelta a Asturias en un par de ocasiones, la Vuelta a Valencia, el Campeonato de España en ruta, y en su última temporada el Campeonato de España de Montaña. Un palmarés que alcanzó las 36 victorias en total. Corrió en bastantes equipos durante sus catorce años como profesional: La Perle, Faema, Girardengo, Ignis-Varese, Splendid, el RCD Español, Welter, Fiorelli, Torpado…
Un corredor que después quedó muy eclipsado por el brillo de Bahamontes, que ganaría el Tour pocas ediciones después de que él subiese al podio. Pero sin duda uno de los primeros corredores célebres de un ciclismo, el español, al que le costó salir fuera a disputar carreras y triunfar fuera de sus fronteras. Bernardo lo hizo y se le recuerda como uno de los ciclistas más importantes de ese arranque de segunda mitad del siglo XX.
Escrito por Lucrecio Sánchez
Foto de portada: Nationaal Archief – Wikimedia Commons
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